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lunes, 17 de octubre de 2011

El lobo que habla.



Y el lobo se mantenía lejano, al borde del sueño del vigilante ojo del mastín, anhelando el rebaño, depositando la fe en su astucia y determinación, nacida no de la verdad, sino del desprecio a la actitud del perro pastor, que para él define sin duda su inteligencia.
Fue acercándose poco a poco al vigía ante su aparente laxitud, día tras día crepuscular, sin saber que le prevenía de que era él su prevista víctima. Aún se acercó al cabo del tiempo más allá del alcance del oído de aquella mole perezosa y sometida, sabiendo que en su nobleza tendría la oportunidad de hablar con sus ancestros y horadar aquella estúpida paz en su beneficio. El día que más se aproximó el mastín esperó el sonido de sus pasos para advertir con un leve levantar de oreja, señal y punto de partida para el lobo de un urdido y sin forma discurso cargado de intención. El lobo elevó el hocico al viento entrecerrando los ojos, permaneció un largo tiempo comiéndose el aire, abriendo y cerrando los orificios de su nariz, húmedos y humeantes, con creciente ansiedad, placer, certeza y satisfacción, el pecho respirando al límite de la emoción sosegada del reconocimiento. Ahíto en apariencia, determinado en la justicia de su deseo bajó de nuevo la cabeza, abrió los ojos heridos por la claridad y buscó con tranquilidad las palabras ya encontradas.

-Dulce atalaya la que regentas noble Mastín
-(...)
-La brisa trae consigo el verdor del prado
-(...)
-El olor de la tierra vuelta por los pies que mezclan el satisfecho abono
-(...)

El halago levantó imperceptiblemente la cabeza inmensa del mastín que llenó su memoria y sus pulmones de aquellos olores. Antes de que volviera a la laxitud atenta el lobo añadió:

-Mi olfato alcanza a percibir también la humedad del bosque, su putrefacción, su oscuridad fresca.

El reto alertó la vigilancia quieta del perro y buscó el bosque en el aire. El lobo esperó la imagen en el aquietado cerebro de la mole y añadió.

-Huelo su fertilidad obscura.
(...)
-El perfume insufrible e incitante de las lobas.

El mastín sintió una profunda punzada de anhelo, sin poder eliminar de su hocico aquel aroma terrible, lo descubrió peligroso en un escurridizo deseo de seguir sintiéndolo.
(...)
El lobo vio la lucha sembrada, esperó no demasiado y suspiró con digna tristeza.

-Como el propio bosque, solo la sangre fresca en mi boca, transforma su fiereza en beso y su incitación en breve entrega que se tornará en loca exigencia de más muerte.

El mastín atisbó como mirada al lobo. El lobo disfrazó la certeza de la comprensión en temor hacia su gesto y se retiró. Un largo tiempo.

domingo, 16 de octubre de 2011

Miedo a la Libertad


El miedo a la libertad es la principal tara del asumido principio de autoridad. Un auténtico adiestramiento que nos produce un control instintivo que puede atenazarnos al enfrentar de igual a igual cualquier persona que, bien por estatus o por actitud, muestre la seguridad de que sus argumentos y su postura, fuera de lógica y justicia, pertenecen a la verdad desigualante que establece lo injustificable de su abuso y posición consecuente.
Pierdan el miedo a los mamporreros. Pierdan el miedo a los que han asegurado su bienestar dando la logística pertinente a los abusos. NO es a estos a los que hay que temer. Vulnerables a la presión, incapaces de tomar decisiones ante la lógica y realidad de la igualdad de los derechos y deberes del ser humano, restringidos en la decisión responsable, adjudicado su criterio a la déspota minoría que representan, son fácilmente eliminados del camino por la invulnerable voluntad popular.
Pero detrás sí están los verdaderos monstruos, gente anclada a todo riesgo en el poder de la violencia, la opresión, la amenaza, el chantaje... solo el blindaje de la determinación, de la conciencia común, del sacrificio por los demás, del silencio activo, de la defensa a ultranza de la dignidad personal (y por inensamblable cadena la de todos) podemos vencer a esta minoría, propia también quién lo duda, de la naturaleza humana.
Simbiosis y parasitismo. Un organismo no muere si se mantiene saludable, incluso arrastrando sus rémoras inevitables. Si muere tengan por certeza de que lo harán quienes viven a su costa, adosados al cadáver, perdidos en la tenue sopa sin sabor a sangre en la que luchamos, la realidad de su pesadilla. Somos libres y nosotros nadamos en la dirección de nuestros sueños y esperanzas. Si quieren seguir chupando nuestra sangre tendrán que seguir nuestro rumbo inexorable al mar de la esperanza, de la alegría, del verdadero futuro del ser humano. Allí sus ojos se irritan, su actitud los reduce a su verdadera presencia, la casi nada, a nuestro servicio, el del indestructible sobreviviente. Lo que son y lo que disfrazan ser a través del miedo, a través de extender su pensamiento individualista y enfermante como una verdad que justifica su existencia, a dignificar y valorar la postura, esencia y naturaleza del parasitismo. La naturaleza lleva tanto tiempo fortaleciéndose gracias a ellos que de ella tenemos que aprehender su verdadera función. Sin miedo, no escuchemos sus voces ruidosas y cínicas. Sin miedo no admitamos ingresar en ese club que se beneficia de la desgracia ajena y nos hacina en el egoísmo y en el sufrimiento de nuestra situación individual para mejor depositar sus crías en nuestras espaldas.
Ánimo. El verdadero camino será el que respete nuestra libertad individual, piedra básica del adoquinado del futuro sin regreso y con memoria de un mundo que nos permita enfrentarnos a nuestro único obstáculo y virtud, el continuo progreso hacia la Humanidad.

jueves, 13 de octubre de 2011

Pesadillas




¿Por qué esta manera de tratar de salir por donde nadie sale, hasta verse decidido contradecir las normas, hasta verse bloqueado por el flujo lógico y negado de la posibilidad cercana, quedando ciego en la situación más peligrosa, conduciendo desde el tuerto asiento de atrás, sin ayuda y con reproches?

¿Por qué caminar a toda prisa por la pendiente plana de lo común, usar las cuatro manos como un orangután, hasta que flojean las piernas y el alma, manos sucias para saludar con civismo, pasando por alto el objetivo convertido en extravío, encontrando a la persona equivocada, acertada en las ganas, en verdad recuerdo indirecto del dolor, hallando al amigo que sufre no entendiendo mi prioridad inexplicable, envuelto en la ansiedad de lo extranjero, los medios prestados convertidos en posibilidad inútil, el tiempo mordiendo a pedazos inexorables mi esperanza?

¿Por qué probarse al progreso con la intención inalcanzable de la verdad, eliminado lo práctico que envuelve el reconocimiento, resolviendo en una humanidad que desapareció en lo común de la opresión invisible, incapacitado en la maraña de obstáculos y reconocido con tristeza por los que tratan de ayudar solamente en la dirección de su elección?

¿Por qué tanta lucha, dónde la tranquilidad de hallar lo que ya se encontró, de reconocerlo escondido en las hebras cortantes del principio ajeno, de empujar el bloque que construye la morada del que pisa para alzarse sobre un reino de desgracia, dónde se esconde su felicidad, dónde enterraron nuestra alegría para no soñar con nuestro sufrimiento?

¿Para qué volvernos a todos ciegos pretendiendo una vereda al borde del precipicio, guiándonos a un abismo, pretensión efectiva de un interludio de fácil caminar sobre las espaldas torturadas?

¿Qué hacer con la verdad del teatro de mis pesadillas? ¿Qué cambiar, hacia dónde torcer el camino sin retroceder en el ánimo?

viernes, 7 de octubre de 2011

Ni para que nadie lo lea. Es increíble. Una canción de amor...la respuesta es cero. Cuál iba a ser, si resulta que no se puede ceder, y menos ante mí. Desdén...cero comentarios. "No la entiendo"..."no la entiendo"...pues sí que hay mucho que entender. Ahora decido golpe de estado. Todo me da igual. Basta de chantajes. O lo coges o lo dejas....ummmm si lo dejaras...felicidad, libertad, diversión, confianza...todo va a venir si me dejas....qué tengo que hacer si todo se te dirige. Parezco un loco...si todos supieran, pero saben. NO hay duda, todo está arrojado. no, no no, no , no...soy nada. Tu objetivo es darte cuenta cuando no esté. Pues así será.
Unzuya

jueves, 29 de septiembre de 2011

No tuve cuidado.



Ayer me convertí en un monstruo, pero aunque lamento que mi transformación diera al traste con cualquier intención, mi ser ciego me permitió reconocer a otro. No me gusta transformarme porque no controlo apenas mis actos, manda el estómago y se afilan los dientes, el efecto de la franqueza del corazón sin verdad en las palabras. Es imprescindible, sin embargo, para reconocer al monstruo que a diario se transforma en persona para ocultarse. Un espejo es el peor enemigo. La verdad siempre arrastra al monstruo, como el amanecer, a su estado normal. Para los que se ocultan, la verdad es el atardecer, justo el límite que revela su naturaleza.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Hoy ten cuidado.


La élite celosa de una superioridad no merecida y vana siempre critica las formas y el mérito de las vidas ajenas.
Envidiosos guardan su derecho inventado a la ingratitud y a merecer más que los demás. Nunca se alegrarán con triunfos de otras personas, sino que se justifican con el altruista deber de motivar con el obstáculo.
Déspotas, escogerán el momento de mayor armonía para mostrar su desdén, ira y desprecio.
Personas que guardan un gran dolor en su corazón. Pensarán en romperte las piernas si tropiezas con ellas, nunca en su posible suerte. Hoy ten cuidado, no seas una de ellas.

FJ Martin

En septiembre el cielo se rompe.

Hora: 09:30
Loc.: 28º07'50'' N / 15º25'52'' W